Integrando el Conocimiento

Desde el Renacimiento al Siglo XX,
del enciclopedismo a la especialización.

En mi columna anterior analizaba los cambios de contexto que sufrimos continuamente en nuestro trabajo, en particular el impacto de las interrupciones en los proyectos de software. Los cambios de contexto también afectan el proceso educativo de una persona y debieran ser considerados seriamente. Por otra parte, en el pasado hubieron personas que conocían gran parte del conocimiento científico humano. Hoy en día esto es muy difícil, forzando al trabajo en grupo y multidisciplinario. Estos dos hechos debieran ayudar a plantear nuevas formas de enseñar.

Aprendiendo ....

En nuestro desarrollo personal, hay etapas claras en las que aumentamos el número de cambios de contexto y no siempre estamos preparados para ello. Por ejemplo, cuando pasamos del colegio a la universidad y de la universidad al trabajo. El primero es crítico, porque también es una inserción en un ambiente menos controlado y que depende más de las motivaciones y responsabilidades que uno mismo define. Muchos estudiantes universitarios de primer año fracasan porque no se pueden adaptar al nuevo sistema, en especial debido al aumento de cambios de contexto que no pueden controlar. Exámenes, tareas y compromisos siguen uno tras otro sin tener tiempo a planificarlos adecuadamente, pensando repetidamente si habrá tiempo para hacerlo todo. Un resultado parcial del sobretiempo en cambios de contexto es que actualmente los estudiantes faltan mucho más a clases y tratan de aprobar una materia usando la ley del mínimo esfuerzo. Otra razón es la falta de motivación, por motivos variados y en parte producto de los tiempos actuales.

Por otro lado, si debemos trabajar en grupo, ¿por qué la educación sigue siendo principalmente individual? Además de ser casi siempre unidireccional, siendo el profesor el que guía la clase y hace las preguntas. Un argumento importante es que es más fácil evaluar a una persona por su trabajo individual que por su participación en un grupo. Sin embargo, aunque sea más fácil, creo firmemente que debiera motivarse más el trabajo en grupo, donde el profesor juega más bien un rol de moderador, permitiendo la comunicación bidireccional entre todas las partes. Esto es lo que se llama educación cooperativa.

Integrando Ideas

Hay dos acciones que permitirían mejorar la participación de los estudiantes. Primero, disminuir el número de cambios de contexto. Esto se puede lograr enseñando menos materias por semestre pero con mayor profundidad. Adicionalmente, no hay que exagerar en la cantidad y tipo de evaluaciones (incidentalmente, en enero pasado la revista Time publicó un artículo sobre el exceso de tareas para la casa a nivel escolar en Estados Unidos). Existe la creencia errada que los alumnos que más trabajan son los más inteligentes, pero sólo significa que son los más fuertes física y emocionalmente. Estos cambios permitirían una mejor planificación del tiempo disponible. La segunda acción es atacar la falta de motivación, la que en parte es producto de que el estudiante no sabe porque está estudiando una materia dada. Esto ha ocurrido por la especialización del conocimiento convirtiendo cada materia en un compartimiento estanco, inclusive dentro del mismo tema. Una solución personal a este problema es aumentar la integración de las materias usando realimentación de temas entre ellas, rescatando las interacciones causales o funcionales que se hayan perdido. Esto se puedo lograr a través de proyectos intercursos, fomentando a su vez el trabajo en grupo y multidisciplinario. Esto puede ser un primer paso hacia una educación cooperativa.


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